sábado, 1 de septiembre de 2012

Recambio

Me siento como una tía. Y no, no me han penetrado (aún). Pero he actuado como una de ellas, como la mejor de las estrategas. Ya sabéis: fría y calculadora, midiendo los tiempos, anticipándome a los hechos. Por primera vez en mi vida, he conseguido tener un recambio de garantías a tiempo. Y no me refiero al clásico ‘clavo quita a otro clavo’. No, hablo de realizar una conquista en condiciones antes de que termine una relación abocada al fracaso.



Ahora entiendo la obsesión de André Villas-Boas. “Que sí, que Modric se va a marchar pero que me traigan a otro ya”. Al final los ‘spurs’ pescaron en el Fulham, equipo del que se han traído a Dembelé y a Dempsey. Y eso que al Tottenham le costó lo suyo encontrar al sustituto de croata. Lo mejor es que las negociaciones con el otro jugador ya estén muy avanzadas justo cuando comiencen a encenderse las alarmas con el que aún es de nuestra propiedad.

Pensándolo bien, esta fórmula nos descarga de mucha presión: por una parte encaramos con otro ánimo la recta final de la relación actual. Nos enfadamos menos, nos resignamos más. Tampoco nos conviene que el corte sea inminente, así que actuamos con tranquilidad y astucia. Por otro lado, afrontamos la nueva conquista más relajados. No es necesario que todo pase el primer día, vamos a gustarnos un poco. El fracaso, en todo caso, no sería tan doloroso como en otras ocasiones.



Después, todo viene seguido y se precipitan los acontecimientos. Una relación ya ha empezado sin que la otra haya acabado pero tranquilos, esto suele durar poco tiempo. Eso sí, intentad que ni una ni otra se enteren de esto, más que nada porque la vida da muchas vueltas y ellas son rencorosas por naturaleza. Y al final llega la llamada esperada, ésa en la que ella pretende dejarte con ‘tacto’, de manera suave. “Lo pasarás mal un tiempo, pero seguro que encuentras a otra mujer que te haga feliz – Vamos a ver, zorra, en una semana he probado más posturas sexuales con la novata que en un año contigo”. Pero lo elegante es decir simplemente: “No te preocupes por mí, de verdad, creo que lo superaré”.

No hay comentarios:

Publicar un comentario