miércoles, 2 de mayo de 2012

Onanismo: placer en nuestras manos (I)

Ya veis. A horas del posible alirón del Real Madrid y yo hablando de pajas. Qué loco mundo éste en el que vivimos. Y es por decisión propia, no os creáis, que también podría analizar la celebración en sí. Es la nueva cuestión de Estado: a qué hora y en qué fecha decidirán las autoridades, Florentino Pérez y el emperador Mourinho ofrecer a sus súbditos el campeonato de Liga. Que si es el jueves a las 21:00 horas; que no, que casi mejor a las 19:00, así vienen los niños; que cómo vamos a dejar a una multitud de fieles solos en la Cibeles. Vamos a ver, esto ya es de coña. Que la gente haga lo que le salga de los mismísimos, faltaría más.



Cuando el Atlético ganó la Europa League no existieron tantos problemas (cosa rara en el Manzanares). El día de la victoria se llenó Neptuno y se agotaron las existencias de alcohol en los bares próximos. Al día siguiente vino el equipo y realizó el recorrido. Vamos, es que ya van a debatir hasta el momento oportuno para ir a defecar. Habrase visto.

Para los seguidores de otros equipos menos acostumbrados a las victorias es difícil aguantar el día de festejos del eterno rival, en la misma ciudad. Lo más recomendable es cerrar ventanas, bajar persianas y desconectar la televisión. Ya que nuestro equipo no nos proporciona el placer que demandamos, pues no nos queda más remedio que hacerlo nosotros mismos. Y en eso tenemos experiencia, ¿verdad?

Aquí hay mucho mito que me gustaría desterrar. La masturbación no tiene por qué ser sinónimo de sequía sexual. De acuerdo, a veces lo es, pero no siempre. Y es que, aunque a muchas diosas les cueste reconocerlo, algunas pajas superan a algunos polvos. Y con creces. En ocasiones nos muerden, tratan a nuestro miembro de forma violenta, sin sensualidad alguna. “Quita tu asquerosa mano, ya termino yo cariño”.

Este aspecto de la sexualidad masculina merece analizarlo a fondo en varios capítulos, por eso hoy únicamente deslizaré algunas impresiones. Nadie nos puede privar del placer de autosatisfacernos. Necesitamos nuestro espacio. Reconozco que yo no soy muy dado a imaginar cosas que no han pasado. Soy extraño. No la meneo pensando en las tías que me gustan de verdad. Prefiero internet o hacer memoria con cosas que sí han ocurrido, así no me frustro. Una sensación inmejorable es planear un buen homenaje. Para ello, debemos estar alrededor de una semana sin hacer nada, sólo acumulando deseo sexual y mucho semen. Prepararemos cantidades ingentes de papel higiénico y esperaremos a un momento en el que estemos relajados, sin ruidos, sin molestias. Ya podemos darle a la zambomba, pero con calma, deleitémonos. Alarguemos nuestro orgasmo lo máximo posible y cuando llegue el culmen, observemos la potencia de nuestro chorro. Esto os tiene que subir la moral, por cojones.



Después, ¡sorpresa! No hay ninguna tía a la que echar, abrazar o escuchar. Estamos nosotros, con nuestras canciones, con nuestros pensamientos, con nuestros sueños. ¡Viva el onanismo!

P.D: Debo ser raro por naturaleza, porque ahora que lo pienso cuando una mujer me dice algo bonito, se me pone dura de forma automática.

2 comentarios:

  1. si..una actividad muy relajante....se aconseja hasta 5 veces al dia

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  2. Una vez vi un reportaje sobre adictos a la masturbación...tened cuidado. Eso sí, se aceptan récords verídicos

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