martes, 22 de febrero de 2011

Yo soy de Piqué

Y creo que media España. Aunque he de reconocer que en un principio me costó creer en la certeza del romance entre el central del Barcelona y Shakira (una de mis musas desde la infancia). Los datos objetivos invitan a la duda. La diferencia entre ambos es de 10 años de edad, siendo la colombiana la más madura. ¿Cómo ha podido un chaval de 24 años conquistar a una diva como Shakira? Por dinero, pensaréis muchos. Me cuesta creerlo, ya que Antonio de la Rúa no es precisamente un hombre de clase media. ¿Será su encanto? Hombre, es verdad que Piqué ha demostrado tener mucho sentido del humor (a veces con poca fortuna, como en el caso del famoso esputo), pero de ahí a encandilar a la reina de las caderas… Entonces, ¿habrá amor verdadero entre ambos? Pues es probable, aunque con que haya pasión es suficiente para despertar la envidia del resto de los mortales.

Y es que aunque parezca increíble, a muchos de nosotros nos crea malestar enterarnos de las nuevas relaciones de nuestros mitos inaccesibles (sí, no me gustó un pelo que Natalia Verbeke se liara con Gonzalo de Castro, el adorable doctor Mateo). Pero cuando dejé de lado todos mis prejuicios y celos, caí rendido a la evidencia. Me declaro fan incondicional de Piqué. Un hombre que a sus 24 años ya posee en su haber una gran colección de títulos (una Premier, una Copa del rey, dos Ligas, dos Champions, un Mundial de clubes y un Mundial de selecciones) y que cada día duerme junto a Shakira merece toda mi admiración.

Las malas lenguas afirman que el filósofo Pep Guardiola no ve con buenos ojos esta relación. El técnico culé cree que Piqué puede verse desbordado por la repercusión mediática de la pareja (y quién sabe si por el alto ritmo que imprime la colombiana a determinados quehaceres). De acuerdo, los últimos resultados del conjunto culé y las actuaciones del jugador apoyan esta teoría. Pero voy a romper otra lanza a favor del central: tener sexo continuado con Shakira debe producir una motivación extrema. De todas formas, es normal que esté un poco desorientado: su antigua novia no es Shakira y Abidal no es Puyol.

Imagino que por la noche, muchos de vosotros seguiréis comparándoos a CR 7 o a Messi cuando consigáis una victoria de esas que pasan a la historia. Yo no. Cuando conquiste a la mujer más bella y exuberante del local y vea a toda la afición rendida a mis pies, justo antes de encaminarme al mejor hotel de Madrid para tener una sesión de sexo memorable e inolvidable, gritaré con todas mis fuerzas: ¡¡¡Yo soy de Piqué!!!!

3 comentarios:

  1. En eso volvemos a coincidir, próximamente post dedicado a ella, aunque ignoro en qué contexto

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  2. En el contesto de fútbol, noche y tias... No te queda otra...

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